La Fundación Euskadi de ciclismo nació en 1993 con el objetivo de promover este deporte que a día de hoy forma parte de la tradición y el estilo de vida vasco, formando el primer equipo vasco Euskaltel Euskadi. Con el ánimo de dar una mayor visibilidad y apoyo a los deportistas, en el año 2000 Euskaltel puso en marcha una iniciativa que consistía en distribuir camisetas para conformar la “Marea Naranja” y teñir los Pirineos con cada celebración de las etapas del Tour de Francia que recorrían dicha cadena montañosa.
Los primeros corredores de aquella Marea lograrían un enorme éxito convirtiéndose en un equipo de referencia y obteniendo gran reconocimiento a nivel internacional. Y pronto, este gesto de solidaridad se convirtió en algo mucho más grande, en una auténtica fiesta del ciclismo, trascendiendo el ámbito deportivo y llegando a constituir un lazo emocional no solo con este deporte, sino con la cultura vasca y el euskera.